Las fracturas óseas son lesiones comunes que pueden ocurrir en personas de todas las edades y pueden variar en gravedad desde simples fisuras hasta fracturas más complejas. Comprender las causas, los síntomas y los tratamientos para las fracturas óseas es fundamental para una recuperación exitosa y una buena salud ósea a largo plazo.
¿Qué es una fractura ósea?
Una fractura ósea es una ruptura o fisura en un hueso, que puede ser el resultado de un trauma repentino, como una caída o un accidente, o debido a condiciones médicas subyacentes que debilitan los huesos, como la osteoporosis. Las fracturas óseas se clasifican en diferentes tipos según la naturaleza y la gravedad de la lesión.

Causas comunes de fracturas óseas
- Trauma físico: Las caídas, los accidentes automovilísticos, los golpes directos y otros tipos de trauma físico pueden provocar fracturas óseas.
- Osteoporosis: Esta condición médica debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas, especialmente en personas mayores.
- Sobrecarga repetitiva: La práctica de deportes de alto impacto o actividades que involucran movimientos repetitivos puede aumentar el riesgo de fracturas por estrés, que son pequeñas fisuras en el hueso causadas por el uso excesivo.
Síntomas de una fractura ósea
Los síntomas de una fractura ósea pueden variar según la ubicación y la gravedad de la lesión, pero los más comunes incluyen:
- Dolor intenso en el área afectada.
- Inflamación y sensibilidad alrededor del sitio de la fractura.
- Deformidad visible o incapacidad para mover la extremidad afectada.
- Hematomas o decoloración de la piel.
- Crepitación o sonido de crujido al mover el hueso lesionado.
Si sospechas que tienes una fractura ósea, es importante buscar atención médica de inmediato para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
Tratamientos para fracturas óseas
El tratamiento de una fractura ósea depende de varios factores, incluida la ubicación y gravedad de la lesión, así como la salud general del paciente. Algunas opciones de tratamiento comunes incluyen:
- Inmovilización: En muchos casos, se puede aplicar un yeso, una férula o un dispositivo ortopédico para inmovilizar el hueso y permitir que sane correctamente.
- Reducción y fijación: En fracturas más graves o desplazadas, puede ser necesario realinear los fragmentos óseos y fijarlos en su lugar con alambres, clavos, tornillos o placas metálicas durante un procedimiento quirúrgico.
- Rehabilitación: Después de que la fractura haya sanado lo suficiente, es posible que se requiera terapia física para ayudar a restaurar la fuerza, la movilidad y la función normal del área afectada.
- Medicación: Los analgésicos pueden recetarse para controlar el dolor, y los suplementos de calcio y vitamina D pueden ser recomendados para promover la salud ósea durante la recuperación.
Prevención de fracturas óseas
La prevención de fracturas óseas implica adoptar hábitos de vida saludables que promuevan la salud ósea y reduzcan el riesgo de lesiones. Algunas medidas preventivas incluyen:
- Consumir una dieta rica en calcio y vitamina D para fortalecer los huesos.
- Practicar actividades físicas que promuevan la salud ósea, como el ejercicio de resistencia y el entrenamiento de fuerza.
- Evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, ya que pueden debilitar los huesos.
- Tomar precauciones de seguridad para evitar caídas y lesiones traumáticas.
Para cualquier duda te esperamos en nuestra clínica en La Corredoria (Oviedo).

